El directivo irresponsable no ve más allá de la temporada actual, y se comporta más como hincha que como hombre de negocios.
Juan Manuel Fernández C. | @juanma_cr
El pasado 22 de febrero debían jugar Parma y Udinese en un partido de la Seria A. Pero la Federación Italiana de Fútbol lo suspendió por la crítica situación económica del Parma: el club reconoció no tener dinero para pagar personal de seguridad durante el partido, ni tampoco la electricidad.
Se trata de un equipo que no recibe dólares de un magnate, como es el caso de la poderosa familia de empresarios de Turín, los Agnelli, que controla a la Juventus. O como el ex primer ministro y empresario de televisión privada del mismo país, Silvio Berlusconi, dueño del AC Milán.
La crisis del Parma pasa por lo deportivo –es último con 3 partidos ganados de 23–, y lo judicial.
El 19 de marzo próximo, la Fiscalía local resolverá en audiencia la posible descomposición de la sociedad del club por incumplimientos fiscales.
El anti-modelo volvió a atacar al fútbol: entran millones a las arcas del club por derechos televisivos; y se despilfarran en fichajes costosísimos y/o mala administración. Esto hace insostenible la operatividad del club, lo que provoca, en el caso de Europa, el descenso de categoría obligatorio.
Otros daños colaterales son el impago de impuestos, de seguridad social, de salarios y más deudas con proveedores.
Hace 4 años el empresario malayo Tony Fernandes, botó sus dólares para convertir al legendario inglés Queens Park Rangers en un poderoso club. Compró entre otras estrellas, al portero brasileño del momento, Julio César.
Pero la luna de miel duraría poco y el mismo año el equipo no solo descendió, sino que se sumió en una dura crisis económica, dejando pérdidas por unos 80 millones de euros.
Muchos equipos no se manejan como proyectos de largo plazo. Por el contrario, el directivo irresponsable no ve más allá de la temporada actual, y se comporta más como hincha que como empresario, y el partido de las finanzas lo asume en fuera de juego.
FOTO: Flickr Gonzalo Useta, Gonzak