La prensa deportiva es irresponsable cuando quiere ser noticia en lugar de darla.
Fabrica héroes y los convierte en villanos. Esa es la prensa. La deportiva incluso, se da el lujo de ‘escoger’ o ‘desechar’ técnicos y jugadores según el antojo del editor, del propietario o de los intereses del medio.
Un ejemplo clásico: la portería del Real Madrid, una batalla campal donde medios como Marca no quieren solamente informar. Quieren ser parte de la noticia. Provocarla.
Lo hicieron con Diego López e Iker Casillas. Cuando pudieron, elevaron a Casillas por todo lo alto. Cuando no lo quisieron más, con complicidad de la directiva merengue, lo despacharon por la puerta de atrás a una liga de cuarta.
Ahora cambiaron de juguete. Pese a que se le abrió la puerta al costarricense Keylor Navas para alcanzar la anhelada titularidad, en un partido sin mucha trascendencia ante el AC Milan, la prensa se abalanzó otra vez en elogios hacia el español y recién adquirido Kiko Casilla.
Hay una intención clara de fondo: regresar la portería a un local. Navas tiene la gran desventaja de ser de un país poco mediático y de 4 millones de habitantes. Marca quiere elegir.
Han intentado promover desde sus portadas fichajes que nunca se concretaron: ‘Tévez dice sí al Madrid’; ‘David Silva será el cerebro’; ‘Acuerdo total por Villa’; ‘Cesc sí o sí’; ‘Llorente este año o el próximo”.
La prensa deportiva es irresponsable cuando quiere ser noticia en lugar de darla.
El otro gran ejemplo es la prensa mexicana. Cuando quiso puso al Piojo. “El ‘Piojo’ armará un Tri que sea campeón del mundo”, o “El ‘Piojo’ llevará un Tri competitivo a Copa América” titulaba Excélsior.
Pero tan pronto como pudieron desacreditarlo –aunque la agresión al periodista fue responsabilidad 100% de Herrera– le dieron “la patada”. Ahora esperan a la próxima víctima.
Somos prensa. Exponemos los temas de discusión… no los provocamos.
Foto: Flickr/dsanchez17
Storytelling de negocios 